Hoy toca hablar de uno de los mayores conflictos de la actualidad: la Guerra de Siria. En este artículo voy a abordar varios puntos importantes. Por un lado, una evolución histórica de la región de Siria como punto geoestratégico para comprender mejor los sucesos actuales. Por otro lado, el desarrollo de la Guerra, así como sus principales actores. Finalmente hablaré brevemente de las consecuencias ya que me gustaría tratar en otro post una de las cuestiones fundamentales para entender este conflicto: el problema de los refugiados sirios y su criminalización.
Siria como foco geoestratégico a lo largo de la historia
Como se puede apreciar en la fotografía, la población siria se concentra fundamentalmente en el oeste del país. En esta zona se encuentran las principales ciudades puesto que el resto es un gran desierto realmente importante (cuenta con un tercio de las reservas de petróleo y de gas natural). Para sacar dichos recursos de la zona existen dos caminos que vemos reflejados en la imagen nº 2: uno de ellos, bordear toda la Península Arábiga y salir por el Canal de Suez (color rojo) o trazar un camino directo (color morado). ¿Dónde reside la importancia? Quien controle las “tuberías”, tiene la potestad de suministrar recursos a su antojo.
Siria, históricamente, ha sido un punto de encuentro entre Oriente y Occidente, además de que proporciona a Asia una salida directa al mediterráneo. Por esta razón siempre ha estado integrada en grandes imperios, como el Imperio persa, el Imperio de Alejandro Magno y el Imperio romano. Este último se dividió en dos y fue el Imperio romano de Oriente el que sobrevivió y el que dio paso al Islam y a la construcción de su propio imperio. Los últimos que controlaron la zona fueron los turcos procedentes de Asia y que permanecieron hasta la Primera Guerra Mundial.
Siria tras los acuerdos de Sykes-Picot
Tras el fin de la Gran Guerra tienen lugar los llamados “Acuerdos de Sykes-Picot”, un reparto de lugares de influencia entre franceses e ingleses de Oriente Medio y la creación de diversos países (en realidad son zonas de control) con el objetivo de derrotar al Imperio Otomano. Se ganaron la confianza de la gente que vivía allí prometiéndoles la Gran Arabia, un país solo para ellos. Quedaros con este concepto pues va a ser clave para entender la Guerra de Siria.
Siria se va a convertir en una zona de tensión con constantes golpes de estado, y va a ser durante la Guerra Fría cuando consiga su independencia en 1947. En este momento se funda el Partido Baaz Árabe Socialista, basado en la ideología que nació en Siria: el Baaz que se expandirá rápidamente por otros países árabes de la zona. Mezcla el antiguo sueño de una sola nación árabe (recordad el concepto de la Gran Arabia) con ideas socialistas.
Otro punto que debemos tener en cuenta es que Siria como país es relativamente reciente (algo menos de cien años) y se gobierna a sí misma desde hace poco menos de cincuenta años. En 1971 se hace con el poder del Estado Baaz sirio Háfez al-Asad. El problema fundamental es que los gobernantes y jefes militares son chiíes (alrededor del 13 % del país) mientras que la mayoría es sunní (70%). Este sentimiento es aprovechado por los Hermanos islamistas, radicales sunníes que comienzan una oposición al régimen Baaz y que se levantan en armas en la ciudad de Hama, donde son cruelmente reprimidos por Assad, dando lugar así a uno de los episodios más oscuros de su mandato.
Antecedentes de la Guerra Civil de Siria
En marzo de este año se cumplieron seis años de guerra, una de la más dramáticas (por su crisis humanitaria) y cruenta de la época actual. La principal característica es que se trata de un conflicto totalmente desestructurado y no se debe desenlazar su relación con la situación en otros países cercanos como Irak, un estado devastado tras la invasión norteamericana en 2003.
En el año 2000 llega al poder en Siria el hijo de Háfez al-Ásad, Bashar al-Ásad y con él una esperanza de cambio económico y político. Sin embargo, la pobreza en Siria se había incrementado como consecuencia de las diferentes medidas que el Banco Mundial y el FMI impusieron al gobierno en cuanto a concesión de créditos. La inestabilidad va creciendo en el país y la oposición es encarcelada. Esta situación hace que Bush incluya a Siria en el “eje del mal”, lo que aísla internacionalmente al país.
La “Primavera Árabe”
El punto de inflexión en Siria va a ocurrir en marzo de 2011 con el desarrollo de la llamada “Primavera Árabe”. Un conjunto de manifestaciones que se van a desarrollar en distintos puntos del mundo árabe desde 2010 buscando más democracia, libertad y derechos sociales. Estas protestas populares consiguieron derrocar a Zine el Abidine Ben Ali en Túnez y a Hosni Mubarak en Egipto respectivamente. Sin embargo, en otros países como Baréin, Jordania o Marruecos las revueltas fueron duramente reprimidas. En Siria las protestas buscaban mayores cambios económicos y políticos, las cuales también fueron refrenadas con gran violencia.
Este caldo de cultivo era el detonador que buscaban EE.UU., la OTAN, las monarquías dictatoriales del Golfo Pérsico y Turquía. Todos tenían el mismo objetivo: derrocar el gobierno de Siria mediante la creación de un nuevo Estado fallido para tranquilizar los intereses de Israel. Esta sospecha ha quedado confirmada tras la filtración de los correos de Hillary Clinton y los audios filtrados del exsecretario de Estado de los EE.UU., John Kerry.
Desarrollo de la Guerra de Siria
Debido a la larga duración del conflicto me resultaría imposible desarrollar en este post todos y cada uno de los aspectos de esta guerra. Por ello en este apartado he decidido centrarme en presentaros aquellos puntos más relevantes, así como los agentes principales de la contienda.
Un aspecto clave, que ya os dejé caer anteriormente, es el enfrentamiento entre las dos ramas del islam: los chiís y los sunníes, lo que ha provocado una serie de rivalidades geopolíticas en la zona y una ola de violencia sin precedentes. Es por ello que los conflictos de Siria, Líbano e Irak tienen una gran interrelación y no se puede llegar a una solución independiente para cada país.
La oposición al régimen
Aquellos que apoyan al gobierno de al-Ásad designan a los opositores sirios como “rebeldes”. Su composición es heterogénea y están organizados en la Coalición Nacional para las Fuerzas de la Oposición y la Revolución Siria. Su objetivo es conseguir derrocar el gobierno de Bashar al-Ásad e iniciar una posterior transición política. En el campo de batalla existe una división entre las filas de los “rebeldes” lo que ha provocado la aparición de cientos de grupos armados que se alían y combaten unos con otros, complicando así el conflicto. Esta división, tanto política como militar, ha permitido el florecimiento de grupos de ideología yihadista.
Frente al Nusra y el Estado Islámico (ISIS)
En el año 2014 el panorama de la guerra empeoró debido a la aparición de los grupos islamistas enfrentados al gobierno sirio, a los rebeldes y a los kurdos. Los principales grupos son Frente al Nusra y el Estado Islámico (ISIS). Desde entonces no sólo han aumentado los problemas humanitarios y la violación de DD.HH., sino también la destrucción del rico patrimonio cultural sirio. El Estado Islámico ha conseguido controlar importantes zonas de Siria y de Irak y su objetivo es la creación de un Califato que incorpore los territorios del antiguo Imperio islámico. Ha tenido una gran repercusión en todo el mundo por los brutales medios de control de la población, así como por sus actuaciones en Oriente Medio y sus atentados en Europa.
En 2016 se llevó a cabo una importante campaña internacional contra el ISIS. Esto ha supuesto la pérdida de 1/3 de los territorios que controlaba en Siria e Irak. Desde entonces el ISIS ha cambiado de táctica: actualmente sus actuaciones se centran en atentados suicidas en toda Siria, especialmente en aquellas zonas bajo el control del gobierno.
Los kurdos
Por último, otra fuerza opositora al régimen son los kurdos, un pueblo que se reparte por distintos países de Oriente. El principal anhelo de dicho pueblo es la creación de un Estado propio, sin embargo existen dos dificultades principales. La primera son las grandes diferencias entre los casi cuarenta millones de kurdos, y la segunda es que no tienen el apoyo de ninguna potencia regional, además de que se encuentran enfrentados a Turquía. El Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) representa el separatismo kurdo. Los partidos kurdos en Siria están tratando de crear una zona semiautónoma al norte del país, sin embargo esta posibilidad es rechazada tanto por el gobierno como por la oposición.
La internacionalización del conflicto
Desde 2013 la violencia de la guerra civil ha aumentado progresivamente. Esto se debe a que a partir de entonces el conflicto cobró una perspectiva internacional pues varias potencias decidieron apoyar a un bando o a otro. Esto supuso que el conflicto se complicara aún más y que fuera más difícil llegar a una solución consensuada entre todos los beligerantes.
Rusia: la pieza clave del gobierno sirio
Probablemente sin la ayuda rusa el gobierno de Bashar al-Ásad hubiese tenido que rendirse. Rusia ha proporcionado al gobierno y a las fuerzas sirias cobertura diplomática, armas y abastecimientos. Hay que señalar que la ayuda de Rusia no surge de la nada. Se trata de un histórico aliado ya que la única base naval (desde la época de la URSS) de Rusia en el extranjero se encuentra en el puerto sirio de Tartus. Sin embargo, no es la única razón de su apoyo, también habría que tener en cuenta otros motivos: el aumento de la influencia geopolítica rusa en Oriente Próximo, el haber ganado un mayor peso político en el escenario internacional ( tenemos como ejemplo el caso de Ucrania) y el servir de contrapunto a los intereses de EE.UU. en la zona.
Cuando entró Rusia en la guerra aseguró que los bombardeos solo iban a estar dirigidos a luchar contra el Estado Islámico, pero los hechos son otros y demuestran que la mayoría van orientados contra las fuerzas de la oposición.
Estados Unidos y las potencias europeas
Desde prácticamente los inicios del conflicto, los países occidentales, con EE.UU. a la cabeza, van a buscar realizar acciones diplomáticas con el objetivo de llegar a un acuerdo negociador con la única condición de acabar con el régimen de al-Ásad. Actualmente su prioridad ha cambiado y consiste en destruir el Estado Islámico. La estrategia de EE.UU. consiste en apoyar a los kurdos, la fuerza militar más potente en el terreno sirio y por otra parte un acercamiento a Rusia para coordinar acciones sobre el terreno. Sin embargo, el ataque militar ordenado por Trump a bases aéreas sirias puede provocar un distanciamiento con Putin.
Consecuencias y conclusiones
La principal consecuencia de este escenario tan complejo es la gran crisis humanitaria. Actualmente se habla de entre 320.000 y 450.000 personas que han muerto en el conflicto. Además de los cinco millones de refugiados sirios (de lo que hablaré detenidamente en otro post) y entre seis y ocho millones de desplazados internos. Una situación dramática a la que se le une la destrucción de ciudades e infraestructuras sociales e instituciones. El caso más representativo es el de la ciudad de Alepo, la más importante de Siria y que tras seis años de conflicto ha quedado destrozada. A continuación, os muestro una fotografía del antes y del después de la ciudad. Terrible.
Actualmente el gobierno ha perdido el control de las grandes áreas del país y una vez que finalice la guerra es prácticamente improbable que recupere lo que anteriormente fue Siria. Por otra parte, la oposición se encuentra tan fragmentada que no tiene los medios necesarios para refundar la República de Siria.
¿Cuál sería una posible solución al conflicto? Conseguir una paz justa y duradera a través del diálogo. Las negociaciones se están llevando a cabo en la ciudad suiza de Ginebra bajo el amparo de la ONU. Sin embargo no se ha conseguido ningún consenso entre las partes beligerantes (los grupos terroristas y los kurdos están excluidos de las conversaciones de paz). Hace unos días se inició la sexta ronda negociadora en Ginebra. Esperemos que los resultados sean positivos para acabar cuanto antes con un conflicto que está desangrando a Oriente Próximo.
Bibliografía
- Lobo Fernández, Juan Francisco. “Crisis en Siria: teoría y práctica de la intervención humanitaria en la tradición de la guerra justa” en Revista Política y Estrategia, nº 120, 2012, pp. 78-120.
- Laborie Iglesias, Mario Ángel. “Siria: la guerra de todos contra todos” en Panorama geopolítico de los conflictos 2016. Ministerio de Defensa, Instituto Español de Estudios Estratégicos, 2016, pp. 153-174.
- Centella Gómez, Jose Luis. “La cara oculta de la guerra siria” en El Siglo de Europa, nº 1186, 2017, pp. 31-31.
- Guerra en Siria, ACNUR, 2017 [https://eacnur.org/es/actualidad/publicaciones/6-anos-de-guerra-en-siria]
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