Cine e Historia: Hernán

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Debo admitir que cuando oí que Amazon Prime iba a hacer una serie sobre Hernán Cortés me asusté. Pensé que, como muchos productos de ficción sobre la conquista española de América, se basaría en la leyenda negra y nos ofrecería más de lo mismo: españoles malvados en busca de fortuna y sin un solo principio moral ocupando un continente y abusando de sus pacíficas gentes. Después de ver la serie mis temores quedaron despejados. Creo que estamos ante una serie que no cae en tópicos negro-legendarios y nos ofrece un producto original y entretenido. En este post, como en otros sobre cine e Historia, no quiero tratar cuestiones artísticas de las que otros saben más. Tampoco cebarme con los errores históricos, sobre ello ya podéis encontrar artículos muy interesantes en la prensa (yo os recomiendo este de César Cervera que está genial). Simplemente quiero destacar algunos aspectos de la serie que me han llamado la atención. Preparaos, porque hoy en Conquista la Historia hablamos de Hernán Cortés.

Hernán Cortés

Me ha gustado muchísimo el retrato de Hernán Cortés que nos ofrece la serie. Digamos que la última representación que recordaba de él en una película era La ruta hacia El Dorado, en la que juega el rol de villano y es retratado como un hombre sin escrúpulos sediento de oro. Esa visión es muy simplista (tengamos presente que La ruta hacia El Dorado es una película de animación dirigida a un público infantil). Efectivamente tenemos fuentes muy duras que nos señalan las ambiciones personales y la crueldad de Hernán Cortés. De ello nos habla Antonio Espino López, catedrático de Historia Moderna y experto en Historia Militar de la Universidad Autónoma de Barcelona, en su libro La conquista de América: Una revisión crítica. También tenemos fuentes que le retratan como un héroe, todo un caballero romántico, como las obras de López Gómara o las fuentes primarias que deja escritas el propio Hernán Cortés sobre sus expediciones.

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A la izquierda el actor Óscar Jaenada que da vida a Hernán Cortés; a la derecha un retrato de Hernán Cortés

Podemos caer en una leyenda negra de Hernán Cortés, sobre todo si no tenemos en cuenta el contexto histórico que le rodea y si no hacemos una lectura crítica de algunas fuentes que no dejan de ser, en muchas ocasiones, la visión que tenían de Hernán Cortés sus adversarios. No olvidemos que hubo mucha gente que por diversos motivos intrigaron contra él. Eso es algo que tenemos que tener siempre presente. De la misma manera, debemos tener en cuenta que Cortés (obviamente) idealizaba su propia obra, como lo hacía también López Gómara (quien, por cierto, no estuvo presente durante la conquista de México).

Suele decirse que en el término medio está el equilibrio. Y con Hernán Cortés pienso que lo debemos juzgar así. Efectivamente fue un hombre que en ocasiones demostró ser cruel, especialmente a la hora de arremeter contra sus enemigos. Algunas de ellas están bien reflejadas en la serie, como por ejemplo la Matanza de Cholula. Pero también era un hombre inteligente (así le define Oscar Jaenada, actor que le interpreta en la serie), conocedor de las leyes, astuto y diplomático que en no pocas ocasiones tuvo muestras de cierta caridad. Al final fue el líder de un grupo de conquistadores que fueron a América buscando algo más que descargar sobre alguien su violencia y saciar su sed de oro. Un personaje histórico complejo que funciona bastante bien cinematográficamente.

Los conquistadores

A los conquistadores españoles de América también les persigue la leyenda negra. Normalmente son representados como una panda de asesinos que solamente buscaban enriquecerse. Esta imagen la vemos muy bien reflejada en la película Oro(basada en un relato de Pérez Reverte). Junto a esta leyenda negra, también hay una rosa que se basa en las obras románticas de corte nacionalista que resaltan sus comportamientos heroicos e incluso religiosamente ejemplares. Como hemos dicho, con Hernán Cortés debemos cuestionar visiones simplistas. No hay que hacer caso a las crónicas románticas que solamente buscan ensalzar a los conquistadores, ni tampoco quedarse con una visión demonizada propia del indigenismo o de los adversarios de los conquistadores.

Los conquistadores buscaban en América fortuna, pero también asentarse allí con sus familias para ganarse un porvenir más próspero en esa zona de exploración. La Conquista era una gran oportunidad de ascenso social para los segundones. Algunas veces, llevados por la violencia y la ambición, se daban abusos de poder. Algunos de esos abusos son denunciados por los religiosos (inspirados por las ideas católicas sobre el derecho de gentes). En estas denuncias a veces se han visto ciertas exageraciones que durante mucho tiempo han sido utilizadas por la historiografía europea para representar la conquista española de América como el paradigma de todas las crueldades (Bartolomé de las Casas es un ejemplo clarísimo de esto). Con sus aspectos violentos, el comportamiento de los conquistadores españoles no era mucho más cruel que el de otros colonizadores. E incluso desde la Corona Española, interesada en la conversión de los indígenas, se establecieron leyes que buscaban proteger a las poblaciones nativas de los abusos de sus conquistadores.

Esto no es en absoluto una justificación o un blanqueamiento de la conquista o del imperialismo, el cual es, desde nuestro punto de vista actual, e incluso me atrevería a decir que desde el punto de vista de aquella misma época (Henry Kamen nos habla del anti-imperialismo presente en la España del periodo de la Conquista), totalmente incomprensible y rechazable. Simplemente es una contextualización histórica de los hechos para no hacer juicios injustos y no caer en la llamada leyenda negra.

La serie se aleja de esos simplismos. Nos muestra a unos conquistadores con motivaciones complejas, que van acompañados de sus mujeres, con las cuáles quieren asentarse en el Nuevo Mundo y que tuvieron cierto protagonismo en la Conquista de América. Unos conquistadores que, al final, son seres humanos con aspiraciones de ascenso social en un contexto histórico que no es el nuestro, sino que es el de una España en expansión colonial tras el descubrimiento de América. No creo que esta ficción blanquee, tampoco que satanice. Si acaso, a veces carga cierta culpa en los conquistadores para liberar de responsabilidad a Hernán Cortés (en su artículo, Cervera señala el caso de Pedro Alvarado).

Los indígenas

Una de las cosas que más me gusta de la serie es el retrato que hace de los pueblos indígenas. A veces vemos análisis superficiales. La visión de los indígenas como amables hombres que fueron arrasados por la violencia de los conquistadores choca con la visión de los indígenas como salvajes sin civilización que tan solo se dedicaban a guerrear y ofrecer sacrificios a los dioses. Creemos que hay que ir más allá y la serie lo hace. No se corta un pelo a la hora de retratar cómo es un sacrificio humano (en una secuencia que te deja los pelos de punta). Pero también nos presentan a los pueblos indígenas en toda su complejidad.

No los presenta como algo homogéneo. Los indígenas que se encuentra Cortés en su conquista de lo que ahora conocemos como México, eran una diversidad de pueblos cuyas relaciones no eran fáciles de entender. Cuando Hernán Cortés entra en contacto con ellos es en un momento de gran tensión en la Triple Alianza que sostenía el poder del Imperio Azteca. De hecho, en la Conquista, Hernán tendrá como aliados a los totonacas y los tlaxcaltecas. Es decir, la conquista de Hernán Cortes sobre Tenochtitlan no fue de españoles contra indígenas, sino que fue de españoles contra el Imperio Azteca. Y en esa lucha los españoles tuvieron como aliados coyunturales a algunos pueblos indígenas que estaban cansados del dominio azteca. En cierta manera, con estas alianzas Cortés demostró tener una gran audacia e inteligencia.

Moctezuma

Moctezuma
Moctezuma Xocoyotzin, interpretado por el actor Dagoberto Gama

Posiblemente el retrato menos afortunado de la serie es el de Moctezuma, el tlatoani de los mexicas. Caen en el tópico del gobernador débil e incapaz. Lo representan como un hombre rechoncho y anciano. Sabemos por las descripciones de la época que Moctezuma no tenía ese aspecto, era un hombre delgado con largas cabelleras negras, hacía bien todos los ejercicios de guerra e irradiaba fortaleza. Tampoco fue un mal gobernante, tal como nos dice César Cervera, aunque cuando llegaron los conquistadores intentó buscar un entendimiento para evitar un derramamiento de sangre en Tenochtitlán. Murió de manera trágica a manos de su propio pueblo.

La Malinche

El personaje más interesante de la serie es la Malinche. Fue una náhualt ofrecida como esclava a Cortés y los suyos tras la batalla de Centla. Tuvo un papel destacado en la conquista de Tenochtitlán. Fue traductora, asesora y compañera de Hernán Cortés, con el que tuvo un hijo llamado Martín (uno de los primeros mestizos en América). Las visiones históricas que hay de la Malinche son diversas. Para algunos Malinche es la madre de la patria mestiza mexicana, para otros es un símbolo de la traición a los pueblos indígenas en favor de los conquistadores. Otros, en cambio, la entienden dentro de la complejidad del proceso de conquista del continente americano por parte de la Monarquía Hispánica. Creo que la serie sabe jugar bien con todas estas ideas y pintarnos a un personaje de lo más interesante.

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La Malinche, interpretada por la actriz Ishbel Bautista

Conclusión

Es una serie muy recomendable y original por su enfoque, alejado de los tópicos y de la leyenda negra. Evidentemente, tendrá inexactitudes históricas de todo tipo. Muchas de ellas debemos comprenderlas dentro de la pretensión principal de la serie, crear un producto entretenido y vistoso. Sin embargo, teniendo todo esto en cuenta, pienso que el enfoque de la serie es muy interesante.

Pedro Sánchez Prieto

Pedro Antonio Sánchez Prieto. Graduado en Historia y Máster en Investigación y Estudios Avanzados en Historia por la USAL.

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