En los últimos años se han puesto de moda las series sobre política, podemos destacar House of Cards, Juego de Tronos, Borgen o El ala oeste de la Casa Blanca. La primera serie francesa de Netflix trata sobre esta temática, se llama Marseille y está protagonizada por Gerard Depardieu (en una de las mejores actuaciones que ha hecho en mucho tiempo). Estas últimas semanas he estado viendo su primera temporada (están preparando una segunda). Preparaos porque hoy toca hablar de política y ficción, en este caso sobre Marseille. Para los que no hayan visto la serie y tengan interés en ella: les advertimos que puede haber SPOILERS (menores).
La importancia de la ficción como recurso
Pienso que la ficción (ya sea el cine, la novela, el teatro o las series) es un recurso fundamental para entender la realidad y también para explicarla. La ficción nos habla de las preocupaciones del momento y también sirve para representar de cara al público, de manera sencilla, cómo funcionan determinadas cosas, o al menos como piensa el autor que funcionan. Muchas veces sirven como recurso para divulgar contenidos de diversas disciplinas o ciencias. Por eso creo que es importante que en Conquista la Historia comentemos series, películas, novelas, obras de teatro y todo tipo de ficción que tenga que ver con la Historia.
Y esto… ¿¡Qué tiene que ver con la Historia!?
Marseille no es una serie de época, ¿por qué debe importarnos en este blog? Pues porque es una serie que trata sobre la política y en esta web vamos a hablar mucho de Historia desde el punto de vista del poder. Personalmente, la propuesta de Marseille me parece más interesante porque no nos habla de la política desde las altas esferas (como puede pasar en Borgen, El Ala Oeste de la Casa Blanca, Juego de Tronos) sino desde un ámbito muy curioso, el local (las luchas de poder por hacerse con el Ayuntamiento de Marsella). Por lo tanto, puede ser un recurso útil para explicar la política en ese nivel, no solo en el presente sino también en el pasado. La política, al fin y al cabo, tiene un funcionamiento muy parecido en unas épocas y en otras, aunque su percepción cultural y sus instituciones cambien.
La serie
La serie trata sobre la carrera hacia la alcaldía de Robert Taro (Gerard Depardieu) y su traicionero sucesor Lucas Barrès. El elemento central de la serie es el plan que Robert Taro tenía previsto antes de anunciar su retirada de la política tras veinte años como alcalde de Marsella: montar un casino en el casco histórico de la ciudad. La traición de Lucas Barrès (Benoît Magimel) pondrá en peligro los planes de Robert Taro y le obligará a cambiar su intención de retirarse de la escena política. Empieza de esa manera un enfrentamiento de poder en el que todo vale.
Aspectos positivos
Pese a las críticas negativas que obtuvo, considero que hay ciertos aspectos positivos en esta serie. En primer lugar, Gerard Depardieu hace una interpretación brillante, hacía tiempo que no se le veía tan comprometido con un papel. Dicho esto, creo que esta serie deja algunas claves importantes. Es muy interesante cómo se utiliza la prensa en campaña y cómo los casos de corrupción del partido, perfectamente conocidos internamente, se destapan cuando la unidad del mismo quiebra y con ello se rompe el pacto de silencio. También es digna de mención la relación de la periferia del partido (Unión de Partido para la Mayoría, la ficción del partido derechista francés Unión por un Movimeinto Popular) con los órganos centrales y el peso personal del protagonista, Robert Taro, en el ámbito local en el que gobierna, aunque en estos aspectos solo se dan unas ligeras pinceladas. Las ideas básicas son buenas, pero muy pocas de ellas se desarrollan en condiciones, lo que hace que los aspectos negativos se impongan a los positivos.
La serie da vueltas a una idea ya vista en House of Cards, la política es un espacio de luchas de poder entre seres ambiciosos con intereses privados que reducen la democracia a una mera ficción que utilizan a favor de sus objetivos personales. Es una idealización negativa de la política que evidencia ciertos aspectos reales mientras olvida otros positivos. En el caso de Marseille, creo, se hace de una manera más pobre que en House of Cards.
Aspectos negativos
La trama es decepcionante, predecible y culebronesca. Depardieu lo hace bien y la actriz que interpreta a la hija de Robert Taro (Stéphane Caillard) también tiene una actuación solvente, pero el resto del reparto me parece bastante flojo. La serie trata de ser una versión francesa de House of Cards, un retrato de lo despiadado de la política, pero no logra ni de lejos acercarse a su referente. No sabe sacar provecho de su gran ventaja y acierto, poner el foco en lo local (el Ayuntamiento). Se habla de la lucha de poder entre Taro y Barrès, pero no hablan de en qué se basa ese poder ni de la relación que ello tiene con la sociedad local. Es difícil entender por qué Robert Taro ha gobernado Marsella durante 20 años. No sacan todo el jugo que se podría haber sacado desde su enfoque político y los otros enfoques (las relaciones personales, los romances, el thriller en los barrios bajos de Marsella con la mafia, etc.) tampoco terminan de funcionar.
Da la sensación de que la historia daba para mucho más. Al final se da una imagen muy simplista de la política, se podría decir que a veces incluso delirante: el protagonista de la serie lo da todo por su ciudad y su gran acto heroico es querer llevar adelante la construcción de un casino en el centro histórico de la ciudad (WTF!).
Esperemos que las buenas ideas que esta serie tuvo (especialmente ese tratamiento de la lucha del poder desde lo local) sean mejor aprovechadas en el futuro. Da para mucho más.
————————————————————————————————-
¿Y vosotros qué opináis? ¿Os gustó Marseille? ¿Creéis que es una buena serie para entender la política? ¿Pensáis que el ámbito local es importante para comprender el poder? Participad y dadnos vuestra opinión. ¡Un saludo!
[…] mi anterior post os hablaba de Marseille como un intento, muy mejorable, de tratar la cuestión del poder en el ámbito local. Este tema nos […]